Escribirse sin cesar y nada más
09.04.2024. 3:00 a.m. | Carlos E Restrepo
Literal en línea como maquina Brother asdfgh, letra a letra, silaba a silaba, renglón a renglón, se construyen los párrafos como adoquines que elaboran una muralla en la que se plasman los mensajes del viento.
Escucho el curioso aplazar de escribir en lo fundamental, el verdadero llamado que te asusta. ¿Lo recuerdas? Soplar conjuros de palabras en una expedición de kilómetros, en donde la distracción te enseña a moverte de la desesperación a la paz del disfrute; conciliación que se crea, en los diálogos con tus voces en off gritando detrás de la cámara oscura.
Inferencial circulando entre líneas, apareciendo desde la profundidad, como un oleaje que fluctúa en el mar del sentido. Lapso a lapso entre picos y ondas, surge de lo profundo como platinado pez una burbuja de consciencia disfrazada de lapsus.
Sigo escuchando el curioso cumplir de lo trascendental, el legado que te impulsa. ¿Ya lo sabes no? El manual del sendero de la atención, un territorio en juego, que se recorre en 40 pasos. Se oye el abrakadabra. Se plasmó el programa lúdico de iniciación, se ve la tierra donde se erige el templo del juego de la luz.
¡Nada más, bracea en el mar de la conciencia!
Juan Carlos Escobar Mora
Maestro de juego